Te acercaste como un salvavidas.
Sumamos momentos de dos.
Creamos magia.
Nos lanzamos juntos sin saber
que tan solo había un paracaídas.
Lo abriste...
Tú volabas.
Yo caía.
Y me desperté...
Fue un sueño, sí...
Pero sentí el mismo dolor
al abrir los ojos y no verte a mi lado.