Longevos
A él:
A pesar de todas las adversidades
que la vida ha puesto en tu camino,
sigues mirando hacia adelante sin bajar la mirada,
plantándole cara a quien batió récord en el ring,
agarrando del cuello a tu mayor miedo
y amenazando a cualquier circunstancia
que quiera disparar al dolor.
Me río yo de las arrugas
que quieren asomar en tu rostro
si creen que esa seña
debilita el umbral de tu fortaleza.
A ella:
Y sí, quédate con quien sonríe como él cuando te acercas,
con quien te mira, tras más de cincuenta años
como en aquella primera cita,
con quien te dio la mano y ahora envejece a tu lado,
con quien daría la vida por ti...
...como ÉL.
A ellos:
Gracias por quedaros y enseñarle al mundo...
...QUE EL AMOR EXISTE.
"A vosotros, yayos".