Aprender del error

No sé la de veces que me he repetido durante mi vida:

     "Has aprendido del error, por tanto, ya no volverás a caer".

          Y cuando menos lo esperas, te das cuenta que lo has vuelto a hacer.

No es que tu poder de decisión sea débil.
Creo que tiene que ver más con la personalidad
de quien mira siempre por los demás antes que por uno mismo.
Porque realmente te sientes bien así,
dándolo todo por quien te rodea.

Y es que, así eres tú...

Aunque los que te quieren hayan intentado aclararte la vista cuando te has cegado.
Aunque tú misma seas consciente de que confiar es complicado pero no imposible.

A veces hay que aceptar que las cosas suceden por un motivo.
Y, a veces, el motivo no viene provocado por ti sino por otra persona.

Es ahí cuando, por mucho que intentes, no servirá de nada
si quien te recibe lo hace con los brazos cruzados.

Deja que la ilusión impida vendar tu mirada
y observa que el camino no se acaba.
Y más adelante valorarás la opción de elegir hacia qué lado ir,
abriéndote la posibilidad a un futuro diferente
en el que encuentres la paz y la felicidad que te mereces.